Este Malbec proviene de los viñedos más antiguos de Peteroa, Sagrada Familia, plantados en 1940, donde la tradición y el terroir se combinan para crear un vino excepcional. El clima mediterráneo favorece una maduración lenta y concentrada de las uvas. Tras 24 meses en barrica de roble francés, ofrece aromas de frutos negros y notas florales delicadas. En boca es jugoso, con taninos elegantes y una persistencia memorable.